La madera es un elemento extremadamente versátil. Se utiliza en la construcción civil, en la creación de muebles, en el diseño de objetos decorativos e incluso en la fabricación de embarcaciones y como materia prima para la producción de papel y celulosa. Sin embargo, para garantizar la calidad de los productos, es fundamental asegurar el control de la humedad en la madera.
Al ser un material higroscópico, que absorbe y libera agua para mantener un equilibrio con la humedad relativa del aire, la madera debe almacenarse en un lugar con circulación de aire y un bajo un estricto control de la humedad y temperatura para que se seque correctamente.
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La influencia de la humedad en la calidad de la madera
La madera sufre un cambio dimensional cuando cambia su contenido de humedad, se contrae cuando pierde humedad y se expande cuando se humedece. Cuando la humedad relativa es muy baja, la madera también puede sufrir grietas y deformaciones.
Por otro lado, cuando hay exceso de humedad en el aire, la madera absorbe más agua. Como resultado, puede pudrirse, tener moho u hongos, sufrir contracciones o atraer termitas.
Por lo tanto, entendemos que el contenido de humedad de la madera está directamente relacionado con la humedad relativa del aire del entorno en el que se almacena.
Sin embargo, es engañoso que el control de la humedad en la madera solo se lleve a cabo durante el almacenamiento. Como se mencionó, este elemento es higroscópico, que libera o absorbe agua a lo largo de su ciclo de vida. Es decir, además del almacenamiento, es necesario mantener la humedad en las fases de transporte, fabricación e incluso comercialización.
Cómo el control de la humedad aumenta la productividad en la industria maderera
Básicamente, el contenido de humedad de la madera afecta la calidad de los troncos utilizados en la industria, lo que en consecuencia afecta la calidad de los productos. Además, el control de la humedad en la madera también está vinculado a la densidad y resistencia del material, lo que garantiza una materia prima de calidad superior.
Al evaluar correctamente las características de humedad y temperatura de la madera, la industria puede producir productos de alta calidad y consistencia.
También hay una reducción de los residuos, ya que no es necesario descartar madera que ha sufrido alteraciones o daños por humedad, lo que aumenta la rentabilidad de la actividad.
Otro beneficio es que la madera correctamente seca genera una menor cantidad de polvo, lo que ayuda a proteger la maquinaria industrial y, sobre todo, la salud de los empleados involucrados en el proceso.
Por ello, es fundamental que la madera se almacene, envejezca y manipule siempre correctamente, siguiendo un control de humedad. Esto se aplica a cualquier actividad que involucre madera. Estas precauciones asegurarán que no se encoja, agriete o sufra deformaciones estructurales, mejorando el procesamiento y garantizando resultados satisfactorios.
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